Asociación para el estudio de temas grupales, psicosociales e institucionales

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E. Aguiló: Mujeres: menopausia madurez y vida cotidiana


Elena Aguiló

Grupos  de mujeres. MENOPAUSIA, MADUREZ Y VIDA COTIDIANA. Una propuesta de intervención grupal desde un Centro de Salud

 
Informe de la experiencia que fue publicada en DIMENSIÓN HUMANA
vol.5 nº 1 febrero 2001

 

INTRODUCCIÓN: Las mujeres de edad madura en los centros de salud

La mujer cumple desde los roles asignados socio-culturalmente un papel importante en la valoración de los problemas de salud en su grupo familiar, canaliza cuidados y demandas. Constituyen el grupo mayoritario en nuestras consultas, como pacientes, cuidadoras o acompañantes. Consultan, a menudo se quejan, sufren e hiperfrecuentan.

Si nos centramos en la edad de la madurez, es frecuente que las mujeres entre 45 y 65 años presenten hiperfrecuentación en consultas; acuden con malestares y quejas inespecíficas, sin concretar, demandas indirectas, enmascaradas, saltando de una queja a otra..., a nuestro juicio se preocupan excesivamente por síntomas irrelevantes... Demandan a veces que se les realicen mas pruebas y exploraciones, diríase que nos piden que "las tomemos en serio" o nos reprochan que no lo hagamos; a menudo los profesionales sentimos que es difícil satisfacer sus demandas, y con facilidad se convierten para los profesionales en "pacientes problema", "pesadas" "neuróticas" u otros calificativos peyorativos, que son muestras del desencuentro.

En un numero importante de casos, encontramos claramente malestar psíquico, ansiedad, depresión, insomnio, somatizaciones. En otros, menos claros, se percibe baja autoestima, frustración, agobio, y mala aceptación del proceso de envejecer. No hay graves problemas familiares o sociales, pero sí quejas de cómo son, o como las tratan el marido o los hijos, aunque enseguida añadan que "son estupendos" y que "en casa no hay problemas". A menudo se cargan de trabajo, trabajo poco reconocido, y se muestran insatisfechas, agotadas, con llamadas de atención y búsqueda externa en la solución de problemas.

Un hito importantísimo en la en la etapa de la madurez es el hecho biológico de la menopausia. La mujer percibe los cambios, pero la menopausia es vivida habitualmente como una época conflictiva, problemática, que conlleva malestares físicos, psíquicos, desvalorización social y riesgos para la salud.

Y así las mujeres perciben la menopausia como generadora de malestares físicos, tanto los malestares específicos (mal llamados síntomas climatéricos) ligados al cambio hormonal, como - ante muy diversos problemas somáticos - se  preguntan (y nos preguntan a los profesionales) si no será la menopausia la responsable, bien directamente o bien mediante implícitos como "es que ya tengo 47 años" o "estoy en una edad tan mala..."  En la base de estas percepciones, a menudo alarmantes, acerca de la menopausia está el mensaje social, poco discriminado, que la identifica con riesgos para la salud y necesidad generalizada de pruebas y tratamientos.

También existe la percepción de que la menopausia es una etapa en la que se presenta mayor vulnerabilidad ante los problemas psicológicos, que son asumidos en esta etapa como una consecuencia mas del cambio biológico, o como la expresión del cambio de roles dentro del grupo familiar, comúnmente llamado "síndrome del nido vacío".

Diremos también que la menopausia es sentida por la mujer como lo que marca el comienzo del envejecimiento, proceso continuo que no ha sido tan claramente percibido hasta entonces, y que en la sociedad actual intensifica su carga negativa

Por todo ello, esta etapa está llena de contenidos desvalorizados, y es temida antes de que llegue.

Con toda esta descripción pretendemos mostrar y contextualizar un estado de necesidad de las mujeres en la edad madura; pero es preciso analizar también cual es el estado de la demanda; pues solo la articulación de la necesidad y la demanda nos indicará en camino a seguir en la intervención que pretenda producir algún cambio.

En general las mujeres, como hemos dicho, plantean demandas individuales, en las consultas, generalmente por sintomatologías múltiples, centradas habitualmente en lo biológico, y con expectativa de solución externa y medicalizada. Se aprecian con frecuencia grados de insatisfacción por lo recibido, o excesiva dependencia hacia los profesionales, y se generan también actitudes de frustración por parte de éstos. Uso excesivo de fármacos, tanto el uso crónico de medicamentos sintomáticos de indicación dudosa, como los  psicofarmacos. Grados significativos de malestar psíquico, consultado directamente, o diagnosticado tras el estudio de molestias somáticas. En ocasiones hay también demanda explícita de información y asesoramiento por parte de las mujeres en relación con síntomas o procesos climatéricos, y sobre las ventajas e inconvenientes del tratamiento hormonal, prevención de osteoporosis, etc. ...en la consulta individual con su médico o enfermera.

Este análisis de la situación cotidiana respecto a las mujeres de edad madura nos condujo a iniciar una intervención específica de tipo grupal dirigida a ellas, con el fin de que la mujer pueda cuidarse en la madurez de forma adecuada, autónoma y sin medicalización excesiva; para ello es imprescindible incorporar elementos de reflexión sobre aspectos psicosociales de su cotidianidad, además de la información sobre la menopausia y los autocuidados, ya que, sólo con información y exclusivamente biomédica, dejaríamos sin atender la mayor parte de la problemática descrita, e incluso se contribuye a reforzar la vivencia de la menopausia como una cuasi-patología.

 

METODOLOGIA DE LA INTERVENCIÓN

El método de trabajo grupal utilizado es el del Grupo Formativo. Partimos de un concepto de aprendizaje que excede la mera información, y que pretende brindar también a los participantes un espacio de reflexión sobre lo que les pasa, que no ignore aspectos clave de la cotidianidad - muchas veces en forma de malestares - que influyen en la vivencia de procesos estrictamente biológicos, como es de hecho la menopausia.  Llamamos a estos aspectos significativos de la vida cotidiana "Indicadores Diagnósticos de Población " (IDP). Contar con la sistematización de dichos malestares a través de los IDP permite un acercamiento más eficaz, rentabilizando los contenidos informativos que tantas veces formulamos los sanitarios, y facilita el cambio necesario de hábitos y actitudes. El fundamento teórico y metodológico de esta propuesta de intervención comunitaria se presenta brevemente al final del artículo.

Nos planteamos realizar una actividad grupal, de seis sesiones de dos horas de duración y una frecuencia semanal, organizada desde el Centro de Salud y a cargo de profesionales del mismo. El curso se considera como una actividad global, (no charlas sueltas), accesible a cualquier mujer dentro del grupo de edad 45-65 años que estuviese interesada, y pudiera comprometer asistencia.

 

EL PROCESO EN EL CENTRO DE SALUD: Implementación, formación, supervisión

La puesta en marcha de la actividad requirió un trabajo previo que queremos comentar: inicialmente habíamos formado un grupo de trabajo de varios profesionales del centro interesados en iniciar actividades de Educación para la Salud en la etapa del climaterio. Enseguida, al comenzar a analizar la necesidad y nuestras posibilidades de intervención, se puso de manifiesto una falta de coherencia entre los mensajes que habitualmente dirigimos a este grupo de mujeres (información sobre síntomas climatéricos, consumo de calcio, evitar tóxicos como alcohol y tabaco, ejercicio, indicaciones del tratamiento hormonal...), y la problemática que como profesionales detectamos en la práctica cotidiana cuando las atendemos en consulta, y hemos descrito en la introducción de este artículo. Todos coincidíamos en que los mensajes sobre hábitos saludables son ya conocidos por la gran parte de estas mujeres y que la necesidad se orienta mas al cambio de actitudes. La presencia en el equipo de una profesional con formación en metodología ProCC y experiencia en la técnica del Grupo Formativo, así como su adecuación al logro de estos objetivos, y el interés de los restantes profesionales en conocer las posibilidades de esta intervención nos llevó a plantear la actividad de este modo

El grupo de trabajo seleccionó los mensajes que mejor conectaban con las demandas y necesidades de las mujeres, y en base a ellos diseñamos los carteles que se distribuyeron por el Centro para invitar a las mujeres interesadas a una charla informativa. En ella se explican las características de la actividad ( que se trata de un curso cuyas sesiones siguen un orden lógico, que no son charlas de los profesionales sino un espacio de reflexión, que se va a hablar sobre lo cotidiano, que se va a dar información, y se explica someramente la metodología de trabajo grupal) se concretan horarios y se inscriben las mujeres interesadas. Ello permite mejorar el encuadre de la tarea y disminuye las "altas y bajas" que suelen producirse al comienzo de los grupos, cuando esta información se da directamente en la primera sesión.

Una vez definidas las características del programa con las mujeres, los profesionales nos planteamos la posibilidad de conocer "en directo " la experiencia y sus resultados mediante la observación de un curso completo por otros dos profesionales, además del coordinador. Pudimos también conseguir una pequeña dotación económica para realizar una supervisión del primer grupo, a medida que se iba desarrollando, con una profesional experta en la metodología; la supervisión no se limitó a la coordinadora del grupo sino que se abrió a los profesionales interesados y sirvió para conocer mejor la metodología y seguir mejor el desarrollo de las sesiones, al conocer los objetivos de cada sesión y los instrumentos metodológicos que se iban planteando en función de éstos.

 

DESARROLLO DEL PROCESO GRUPAL: expectativas, contenidos, evaluación

Exponemos el desarrollo de la actividad, sus contenidos y aspectos relevantes de la evaluación, tomados del primero de los grupos realizados, coincidentes con los que se desarrollaron después.

En general, las expectativas de las participantes se centran en: dudas sobre el proceso biológico de la menopausia, expectativa de información "de las doctoras" sobre tratamientos, enfermedades físicas (osteoporosis...) y psíquicas (depresión, "nervios", falta de deseo sexual...), con una visión muy desvalorizada de sí mismas y de la etapa vital, tanto las que "ya la habían pasado" como temida por las que "todavía no nos ha llegado".

El numero de participantes es de 12 a 15, según los grupos, manteniéndose a lo largo de las sesiones.

 

Contenidos

Como se había explicado en la charla informativa, las participantes saben que no se trata de charlas, que se pretende una reflexión sobre lo cotidiano, que todas las sesiones están relacionadas, que su participación es fundamental. Estos aspectos se reafirman en la primera sesión, encuadrando la tarea y dando los primeros pasos de integración grupal

Las dos primeras sesiones se dedican al planteamiento de la problemática de la menopausia, y se plantean desde la coordinación algunos elementos de análisis que permiten clarificar los aspectos que se deben a la menopausia de otros relacionados con el rol de  mujer (socialmente asignado y personalmente asumido). El abordaje de estos aspectos de índole psicosocial, abordados desde lo cotidiano y desde el comienzo del curso permiten un grado elevado de adecuación a sus necesidades y evitan patologizar y medicalizar la etapa de la madurez de la mujer. El trabajo grupal sobre esta temática siguiendo los "Indicadores Diagnósticos de Población" permite trabajar de forma clara, amena y rigurosa aspectos que de otro modo quedan desatendidos, cuando son la base de los malestares de las mujeres; insistimos en la importancia de que sean conocidos y abordados, ya que de lo contrario no son cuestionados, porque tanto ellas como los profesionales los consideramos "normales", aunque como hacíamos notar en la introducción se cobran altos precios en salud y bienestar. El reconocimiento de su importancia por parte de las mujeres participantes es invariable, en todos los grupos que se realizan, como mencionaremos mas adelante con sus propias palabras.

Después, en las sesiones 3ª y 4ª, se plantean y desarrollan los aspectos biológicos, con lo que se utiliza el gran potencial de la información sobre el cuerpo, muchas veces vivido como ajeno por la mujer, y necesitando de "pruebas y médicos" para interpretarlo. Se aborda la información sobre el aparato genital interno y externo y las características biológicas del hecho de la menopausia, de donde se van deduciendo y explicando las formas de cuidarlo mejor, y adaptarse a sus cambios. Resaltamos que el envejecimiento es un proceso continuo y no comienza en la menopausia, cuando muchos de los temores que ésta causa a la mujer se asocian con la evidencia del paso del tiempo y la perdida de la juventud, aspectos comúnmente negados en la sociedad de hoy, y cargados de connotaciones negativas y desvalorizadas.

Cuidamos especialmente la integración de la comprensión de los aspectos biológicos con los psicosociales, y dedicamos específicamente la 5ª sesión a la búsqueda grupal de alternativas, tras el análisis de la problemática y la información recibida en las sesiones precedentes. El grupo va planteándose alternativas de cuidado que no ignoren la complejidad de la problemática analizada. Además de los cuidados del cuerpo (alimentación, ejercicio, evitar tóxicos...) se identificaron como alternativas saludables el cuidado y el tiempo para sí mismas, valorizando los aspectos relacionados con el placer, el ocio y las relaciones sociales y afectivas. También se reflexiona sobre cuestiones que obstaculizan el cuidado de sí mismas, para evitar actitudes poco realistas, de donde se plantearon líneas de desarrollo personal o grupal en el futuro ( "si hay otro curso, que sea de autoestima", "un grupo para ver como hay que tratar a los hijos" "que vinieran también los hombres"...).

Dedicamos la 6ª y última sesión del grupo a la evaluación de la tarea grupal que se ha realizado, en la que se valora lo conseguido respecto de la situación previa y de los objetivos del curso, desde la voz de las participantes, tanto de forma grupal como individual y con metodología cualitativa. De su propia evaluación y de las conclusiones del equipo coordinador hemos obtenido el material que se aporta en el presente artículo.

 

Evaluación

Se generó un clima grupal de elevada seguridad y confianza, y no se registraron resistencias importantes que obstaculizaran la tarea.  Se consiguió un elevado nivel de compromiso e implicación en la tarea, que se mide indirectamente por factores como la asistencia, la puntualidad, el aviso al resto del grupo cuando no se puede asistir...etc.

Durante el desarrollo del curso el grupo consiguió un alto grado de reflexión, con elevado nivel de pertinencia en las intervenciones y un buen nivel de aprendizaje.

Se cubrieron ampliamente los objetivos del programa. En la evaluación grupal las participantes pusieron de manifiesto que el curso les había proporcionado una mejora de su sensación subjetiva de seguridad, autoeficacia y protagonismo.

Resaltaron la sorpresa ("nos ha impactado") por el desarrollo de las sesiones  dedicadas a los roles asignados y su influencia en la vida cotidiana.

Expresaron con claridad que no solo conocían más sobre la menopausia y sí mismas, sino que podían, según su propia expresión, "defenderse mejor" de la desvalorización de la etapa, y discriminar cosas que se atribuyen a la menopausia pero no son causadas por ella.

Mostraron satisfacción por estar en grupo ("menos solas"), con otras mujeres, y valorizadas por la participación y la escucha ("no soy tan tonta",  "yo era la tonta de mi familia",  "aquí me he dado cuenta, porque en casa siempre escucho lo contrario...aunque no lo digan con el afán de hacerte daño..." ).

Fueron concluyentes las expresiones de disminución de miedos, tranquilidad y seguridad ("me voy con la autoestima muy alta...").

Se realizó una evaluación personal de cada participante. Todas fueron muy positivas, queremos señalar las mas significativas, citando textualmente sus palabras:

  • "...Yo vine pensando que me iban a hablar de mi cuerpo, y de qué tenía que tomar cuando me llegara la menopausia; en el curso he visto que mi cuerpo tiene que ver con mi cabeza, con la sociedad y con la vida que vas viviendo..."
  • “Hemos aprendido que la menopausia es un hecho natural. Está bien haber aprendido qué remedios se pueden poner si alguien se siente enferma o lo necesita, pero no todas lo vamos a necesitar..."
  • “A mí se me han quitado todos los miedos a esa etapa. De eso me he quedado completamente tranquila."
  • " Vine con miedo y curiosidad; estuve a gusto y satisfaciendo mis necesidades; me voy tranquila, confiada y agradecida"
  • “El curso nos ha ayudado a todas muchísimo. A mí en particular, y a las demás yo veo que también."
  • " Llegué expectante, estuve confiada y me voy resolutiva"

 

FUNDAMENTO TEÓRICO Y METODOLÓGICO QUE SUSTENTA ESTA EXPERIENCIA: los Procesos Correctores Comunitarios

Cualquier propuesta de intervención en salud comunitaria tiene un fundamento teórico y metodológico que lo sustenta y especifica. Nuestra propuesta se basa en la aplicación al campo de actuación profesional de la Atención Primaria de la propuesta de "Intervención Comunitaria centrada en los Procesos Correctores Comunitarios".

Es una propuesta de intervención comunitaria (Cucco M,1986), que tiene un importante desarrollo en otros campos de la intervención comunitaria, en sectores como educación, psicopedagogía, trabajo con familias y trabajo social, que posibilita el desarrollo del protagonismo y de la participación utilizando intervenciones breves, y que con unos requisitos formativos básicos permite a los profesionales que los aplican herramientas muy útiles para la práctica profesional y específicamente para la intervención grupal y comunitaria.

Desde esta propuesta teórico-metodológica, se pone la mirada en el modo de vida de la población, y en cómo se materializa en la vida cotidiana. Si observamos lo cotidiano, trascendiendo una mirada puramente epidemiológica, es decir, centrada en la enfermedad y su prevención,- nos encontramos ciertos grados de malestar. A nosotros nos preocupan esos malestares de la vida cotidiana,  y hacemos de ellos nuestro objeto de estudio. Son malestares que no se analizan ni cuestionan porque se consideran normales ("consustanciales" al hecho de ser mujer, padres, adolescentes...etc), no tienen interlocutor profesional específico, ni generan demanda explícita, aunque se cobran altos precios en salud y bienestar y sobrecargan con demandas excesivas servicios sociales y sanitarios.

Esta propuesta incluye un "diagnóstico" especifico de este campo ( campo al  que llamamos "Normalidad, supuesta Salud"), con la creación de unos indicadores específicos, Indicadores Diagnósticos de Población, que se usan como lo que son los síndromes y síntomas para el diagnóstico médico.

No solo pensamos que el campo de la "Normalidad, supuesta Salud" puede ser conocido y analizado, sino que sabemos que podemos intervenir en él con excelentes resultados y modesta inversión de tiempo y recursos. Sabemos que los resultados de estas intervenciones se miden en protagonismo personal y social, y tienen duración y efecto multiplicador. Los profesionales que las utilizan tienen un grado de satisfacción profesional elevado, debido a la percepción de mayor eficacia en las intervenciones, tanto en consulta (al decodificar las demandas de otra manera) como en intervenciones grupales comunitarias. Este fue el motivo de aplicar la metodología de Grupo Formativo a nuestra intervención con las mujeres en nuestro Centro de Salud, y los resultados no nos defraudaron. Confiamos en las posibilidades de este tipo de intervenciones dentro de la Atención Primaria de Salud y queremos contribuir a su difusión y desarrollo, aunque las condiciones de masificación creciente lo dificulten sobremanera.

 

BIBLIOGRAFIA

1. Cucco M, Losada L.  Metodología de Intervención Comunitaria. Madrid: Centro Marie Langer; 1994

2. Pichon-Rivière E. El Proceso grupal. Del psicoanálisis a la psicología social. Buenos Aires: Nueva Visión; 1995

3. Cucco, M. La familia y su problemática actual. Revista “Vínculos” 1997 (4) Madrid: Centro Marie Langer;

4. Fernández  AM. La mujer de la ilusión: pactos y contratos entre hombres y mujeres. Buenos Aires: Paidós; 1993.

5. Fernández T, Gómez MJ, Baides C, Martinez J. Factores que influyen en la prescripción de benzodiacepinas y acciones para mejorar su uso: un estudio Delphi en médicos de Atención Primaria. Aten Primaria 2002; 30(5): 297-303.

6. Cucco M, Losada L.  Metodología de Intervención Comunitaria centrada en los Procesos Correctores Comunitarios (ProCC). En Rescoldos. Revista de diálogo social. Madrid; 2002(6): 31-36.

7. Fernández, A M.   De lo Imaginario Social a lo Imaginario Grupal. Revista de Actualidad psicológica. Buenos Aires. Nov 1992:9-12.


Elena Aquiló es médico de familia. Centro de Salud “Párroco Julio Morate”. Área 11, Madrid. Miembro del equipo docente del Centro “Marie Langer”.


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E. Aguiló: Mujeres: menopausia madurez y vida cotidiana



 

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